Comprar supone una toma de decisión frente a cada producto que adquirimos, pero lo hemos automatizado tanto que raramente nos hacemos estas preguntas antes de pasar por caja:
¿Lo necesito realmente?
¿A cuántas personas beneficia que yo compre este producto?
¿Cuánto tiempo dura ese beneficio?
¿Cuál sería la consecuencia de no hacerlo?
A más opciones, mas nos cuesta decidir, porque a más opciones mejor hemos de conocernos a nosotros mismos como para saber qué es lo que queremos.
Así que algo perdidos en la tarea de comprar, hemos normalizado este acto en su forma compulsiva en nuestro día a día, generando esto terribles consecuencias en nuestra sociedad y nuestro planeta.
Desde este lugar te invito a comprar con conciencia, respondiéndote a las preguntas antes mencionadas, y te recomiendo productos que han supuesto un cambio en mí y en mi manera de relacionarme con el mundo que habitamos. Échales un ojo y compra solo si lo necesitas y te aporta valor.