Cómo nos ayuda la Filosofía Estoica

"Toma sin orgullo, abandona sin esfuerzo"
- Marco Aurelio -

Inmersa en una sociedad que premia el éxito, y condena o huye del fracaso y la pérdida, no deja de fascinarme cómo tantísimos años atrás unos señores muy sabios llamados Estoicos ya abordaban este conflicto que parece haber perseguido al ser humano desde siempre.

El estoicismo, escuela filosófica fundada por Zenón de Citio (aprox. 333-262 a. C.) – aunque más conocida popularmente por personajes como Marco Aurelio, Epícteto o Seneca – promueve una forma de pensamiento y de vida que anima al ser humano a ocuparse únicamente de aquello que depende de él, y a abandonar su tendencia a pre-ocuparse de aquello que de él no depende (así, a grandísimos rasgos). Estoicismo para la vida.

Hoy día parece que esta forma de pensamiento puede resultar muy útil para hacer frente a los tiempos que nos ha tocado vivir, llenos de incertidumbre y cambio continuo como nunca antes, los que aquí nos encontramos, “príncipes y princesas” del primer mundo, habíamos experimentado. Estoicismo para la vida.

Es por ello, que nuestro querido Marco Aurelio me ha inspirado para escribir este árticulo sobre el ganar y el perder: dos de las principales tareas pendientes de integrar en nosotros para poder ser y vivir mejor, con un poquito más de paz interior.

 

GANAR

A nuestra personalidad le resulta muy fácil enorgullecerse de sí misma cuando algo logra, y sentir pesar y tristeza al tener que ‘dejar ir’, anclándose en el sufrimiento.

Pero esto hace que nuestra felicidad y bienestar se encuentren sometidos continuamente a los incesantes cambios y pérdidas que nos ofrece la vida.

Cuando nos enorgullecemos de un logro, ponemos demasiado foco en las habilidades personales que nos han llevado a él, pudiendo así llegar a alimentar en exceso a nuestro ego, elogiándolo y alejándolo de la virtud de la humildad.

Es entonces cuando poniendo toda la atención en nosotros mismos en lugar de en aquello logrado, nos olvidamos de la razón primera y más importante por la cual hemos llevado a cabo aquella acción que nos ha llevado al éxito.

El significado de nuestras acciones, es decir, el resultado que responde al por qué y para qué de la acción, es lo que determina su verdadero valor y no el logro en sí mismo.

Este por qué y para qué, debería responder a aquello justo y válido tanto para nosotros como individuos como para nuestro entorno, entendiendo por entorno el mundo en que vivimos.

PERDER

Abandonar, dejar ir, soltar y perder estoicamente.

Creo que el indudable esfuerzo que supone al ser humano la realización de estas tareas reside en:

  • el apego excesivo desarrollado hacia aquello de lo que nos debemos desprender;
  • nuestra identificación con la cosa o situación que abandonamos, dejamos ir o soltamos.
Perder estoicamente.

Creemos que, aquello que llega a mí, me pertenece, forma parte de mí y de alguna forma acaba siendo yo. Depositamos nuestra felicidad en ello, sin ser conscientes de que en realidad ni nos pertenece ni debería ser el objeto de esa felicidad, pues… ¿es que todo en la vida depende de nosotros? Muchas veces luchamos para que así sea y es ahí donde reside nuestra frustración.

Cierto es que hay cosas en la vida que sí dependen de nosotros, pero aún así hay veces que aquello que antes yo podía controlar, ahora resulta que ya no.

Quizá porque yo he cambiado, porque mis circunstancias han cambiado o quizá porque las características de aquello que antes dependía de mí han cambiado, y se ha transformado en algo que ahora ya no está bajo mi control.

Creo que parte de nuestro trabajo como individuos para el alcance de un mayor bienestar, unido a una mejora personal continua, se encuentra en:

  • Primero, identificar qué es aquello que depende de nosotros y qué es aquello sobre lo que no tenemos ningún control;
  • Y, segundo, aceptar que la vida es cambiante y que aquello que antes de mí dependía, ahora puede que ya no lo haga. Y está bien así.

Ambas interiorizaciones pueden regalarnos una gran paz interior, para poder ganar y perder desde la conciencia, la calma y la aceptación. Practiquémoslas ;D